• 2 pechugas de pollo limpias.
• Salsa de soja.
• unos 8 o 9 ajos tiernos.
• 1 cebolla grande.
• Jengibre en polvo.
• Ajo en polvo.
• Pimienta.
• mantequilla.
• Aceite para freir la cebolla.

Elaboración:

Se corta la pechuga en filetes finos, y éstos en trozos más pequeños que se ponen en un cuenco donde previamente hemos juntado la salsa de soja, el jengibre, el ajo en polvo y la pimienta. Se remueve la pechuga para que chupe la salsa, y se añade un poco más de salsa de soja si fuera necesario. La pechuga queda tintada y se deja en la salsa y mientras se corta en juliana fina la cebolla, que se fríe con poco aceite y sin añadirle sal (en la parte final del plato se utiliza lo que quedase de salsa, y al llevar soja, tiene suficiente sal). Una vez frita, se escurre y se retira a un plato. En un wok poner la mantequilla y los ajetes troceados. Cuando los ajetes estén a medio hacer, escurrir la pechuga y añadirla al wok. Cuando la pechuga este medio cocinada añadir la cebolla frita y remover. Añadir un poco de agua al cuenco para rebajar lo que quedase de salsa, y añadirlo al wok. Probar el punto de sal, si es necesario, añadir más agua, y si se quiere que salga un poco ligada, añadir un poco de agua con maizena desleída. Yo lo acompañé una vez con arroz blanco, y la última vez con rodajas finas de patata asadas en el microondas. ¡¡A ver quién se anima con este plato!!